Programa de Salud Renal

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Dr. Ferreiro destacó que CASMU puede ofrecerle una opción terapéutica a los pacientes renales que no toleran las técnicas de diálisis

Al ser los únicos en el país expresó que “desde que tenemos incorporada la técnica continua de reemplazo renal se ha difundido que está disponible y que ofrecemos este servicio, no solo a mutualistas sino también al sector público”.

Desde el 2004 en nuestro país contamos con el Programa de Salud Renal, que tiene por objetivo la promoción de la salud renal, la prevención de nefropatía y la difusión de actualizaciones en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad renal crónica (ERC), este programa tiene en sus filas a algunos de los prestadores de salud, entre ellos a CASMU, que es pionera en la incorporación de las técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR), uno de los tratamientos más avanzados.

Dr. Alejandro Ferreiro

Las funciones de los riñones son funciones que son necesarias e imprescindibles para tener una vida saludable”, expresó el jefe del departamento de Nefrología de CASMU, Dr. Alejandro Ferreiro, con quien hablamos al respecto.

Entrando en contexto nos explicó que “la pérdida de la función renal se puede dar de dos formas: en forma lenta y progresiva, que es un síndrome clínico que depende de muchas causas posibles, al cual llamamos enfermedad renal crónica y es una patología que afecta al 10 % de la población adulta. Cuando la falla renal es muy avanzada o severa, se requiere tratamiento con diálisis crónica o trasplante, que permiten mantener una aceptable calidad de vida por tiempo prolongado”, en Uruguay unas 4200 personas se realizan diálisis o trasplante, sumando cada año 700 pacientes nuevos; en otras ocasiones “la pérdida de función renal ocurre de forma abrupta, rápida, en un contexto de enfermedad grave, infección, toxicidad, politrauma o cirugía, que ocurre en pocos días y le llamamos insuficiencia renal aguda”.

En esta última agregó que “el paciente puede perder solo una parte de la función renal y mantener una vida razonable con cuidado médico estándar o puede llegar a tener una pérdida total de la función renal, suficientemente severa como para que a los riñones les sea imposible mantener el organismo con los beneficios de una función renal normal”. Esta situación que “se da frecuentemente en pacientes en la comunidad y/o en pacientes hospitalizados, requiere tratamientos especiales y el que se ofrece es lo que llamamos terapia de reemplazo renal o de sustitución renal aguda, o como la mayoría de la población lo conoce terapias de diálisis aguda”.

Estas terapias constan en “poder eliminar del organismo, los tóxicos que no pueden descartarse porque la función renal no está presente; aportar al paciente sustancias que los riñones normalmente producen y que debido a su fallo no sucede, por ejemplo sustancias como el bicarbonato; así como también darle soporte a la espera de que el cuadro clínico que determinó la pérdida de la función renal, se trate en forma adecuada y recuperen nuevamente su capacidad”, en ese sentido destacó que los riñones tienen la característica “que pocos órganos tienen”, de que luego de una pérdida de función, la misma “pueda llegar a recuperarse”, caso que “se da en un 80 % de los pacientes”.

El Dr. Ferreiro concluyó que como esta patología “se da en situaciones en las cuales hay una agresión muy importante para el individuo, además asociadas a otras enfermedades, como por ejemplo diabetes, enfermedad cardiovascular o una enfermedad renal anterior; es habitual que requieran tratamiento en áreas especializadas como son las áreas de cuidados intensivos donde tenemos diferentes opciones de tratamiento dependiendo de la situación renal, porque no todos los cuadros clínicos tienen el mismo nivel de gravedad”.

Los pacientes que “tiene una mejor tolerancia a las técnicas de diálisis y al tratamiento en general se le puede ofrecer técnicas que tienen menos complejidad y aquellos que tienen patologías mucho más graves, que requieren, por ejemplo, un respirador o administración de fármacos vasopresores, las técnicas estándares de diálisis no las pueden tolerar y es necesario recurrir a otras tecnologías, como el uso de las diálisis extendidas que se hacen lentamente a lo largo de muchas horas, asociadas a hemodiafiltración en línea”, siendo el centro de salud pionero en el país y uno de los pocos que cuenta con dicha técnica al día de hoy.

En cuanto a los pacientes críticos muy graves “que son los que tienen falla de varios órganos, están con la presión arterial mucho más baja y requieren equipamiento para mantenerlos vivos; no toleran ni siquiera estas técnicas de diálisis y es necesarios recurrir a procedimientos de soporte renal continuo a lo largo de las 24 horas durante varios días, en forma extremadamente lenta, asemejándose mucho a lo que es la funcionalidad renal normal y esto le llamamos técnicas continuas de reemplazo renal (TCRR)”.

Además de actuar como reemplazo renal “son tan complejas” que ofrecen “soporte multiorgánico de otras funciones, como por ejemplo la función hepática” y permiten, además, “eliminar tóxicos, por ejemplo en intoxicaciones graves por algunas sustancias como son los pesticidas o algunos medicamentos que se consumen de manera accidental”.

Las TCRR no estaban disponibles en el país hasta recientemente, cuando hace año y medio CASMU las incorporó luego de un proceso ordenado de diseño y desarrollo, siendo la única mutualista que cuenta con este tratamiento. Ferreiro informó que la empresa proveedora registró el equipamiento en el Ministerio de Salud Pública a instancias de gestiones realizadas desde CASMU. Se llevó adelante un proceso de entrenamiento de todo el personal médico y de enfermería para el uso de esta tecnología y se empezó a ofrecer a los pacientes que lo requerían, dentro del abanico de opciones terapéuticas.

El doctor celebró el poder contar con este tratamiento en pacientes graves debido a que “permite dar un tratamiento de soporte multiorgánico y de reemplazo renal a la espera de que el tratamiento de la patología de base haga efecto, el paciente se estabilice y eventualmente después se pueda usar una tecnología de menos complejidad” cuando antes “no había forma de tratarlos”.

“Uruguay al no tener esta tecnología y esta opción terapéutica de soporte multiorgánico, estaba en una situación de atraso tecnológico de más de 20 años y no sólo respecto a los países del mundo desarrollado, sino con varios países de la región” resaltó y expresó que hay que entender que “no solo es un tema de voluntad, de inversión o de desarrollo, sino que también hay un problema vinculado a escala; o sea, es tecnología de muy alto costo para un grupo reducido de pacientes, entonces ocurre que incluso las compañías proveedoras de insumos no tienen interés en desembarcar en Uruguay como mercado” destacando que “el hecho de haber logrado que esta industria tuviera el interés de ingresar a Uruguay con sus productos, es muy interesante desde el punto de vista de lo que es la gestión hacia la búsqueda de soluciones”.

Ferreiro espera que “otras personas del sistema sanitario también puedan tener acceso, a través de la contratación de servicios que ofrece CASMU” agregando que “desde que tenemos incorporadas las TCRR se ha difundido que está disponible y que como institución ofrecemos este servicio, no solo a mutualistas sino también al sector público”.

Finalizando expresó que el objetivo para este 2024 es “seguir fortaleciendo la incorporación de opciones terapéuticas y de opciones diagnósticas, que por problema de escala no estaban incorporadas en el país, pero que son necesarias para el mejor manejo del paciente y para el diagnóstico precoz de esta patología”.

“El Servicio de Nefrología de CASMU tiene un sistema de gestión de calidad implantado, de acuerdo con la norma ISO 9001-2015 y certificado por UNIT desde hace 10 años”, informó. Esta incorporación fue parte de los objetivos de calidad, “que llevó su debida planificación por etapas y que ya lo damos por cerrado porque se logró”, entonces manifestó que “en Uruguay se puede, pero es necesario que haya una conjunción de intereses en la misma línea, que involucre obviamente a los pacientes y la familia, pero también al equipo, a la gerencia y a la autoridad sanitaria, para que tengamos avances que sean significativos y que sigan manteniendo a Uruguay en un nivel de atención con estándares de calidad internacional”.

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