Elena Quinteros
Según la investigación histórica del pasado reciente encargada por la
Presidencia de la República a la UDELAR Elena Quinteros nació el 9 de setiembre
de 1945. Estudió Magisterio y fue dirigente de la Asociación de Estudiantes de
Magisterio (AEM). Después de recibirse trabajó como docente y militó en la
Federación Uruguaya de Magisterio (FUM). Se integró a la Resistencia Obrero
Estudiantil (ROE) y más tarde al Partido por la Victoria del Pueblo (PVP).
El 24 de junio de 1976 la secuestraron en la casa donde vivía en la calle Ramón
Massini 3044 apartamento 103. Luego de días de tortura, probablemente en el
centro clandestino de detención conocido como 300 Carlos que funcionaba en el
galpón número 4 del Servicio de Material y Armamento del Ejército, en avenida de
las Instrucciones 1925, convenció a los militares que la estaban interrogando de
que había pactado un encuentro con un compañero de militancia en una esquina
cerca de la casa donde estaba la sede de la Embajada de Venezuela.
El 28 de junio en la mañana la trasladaron custodiada al lugar. Cuando Elena
Quinteros se acercó a la casa, corrió y saltó hacia el jardín de la Embajada desde
el jardín vecino. Gritó su nombre y pidió asilo. Los secuestradores invadieron la
sede diplomática y la sacaron del lugar arrastrándola. Ciudadanos uruguayos que
estaban refugiados en la Embajada presenciaron a la distancia el secuestro, en
tanto el consejero Frank Becerra y el secretario Carlos Olivares intentaron, sin
éxito, evitar que se la llevaran, Luego del secuestro Venezuela rompió relaciones
diplomáticas con Uruguay, las que se reanudaron al fin de la dictadura, en 1985.
La responsabilidad del operativo fue de la División de Ejército | y del Órgano
Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y también del Cuerpo de
Fusileros Navales (FUSNA) donde es posible que Elena Quinteros haya estado
detenida antes del secuestro en la Embajada. El testimonio de personas
secuestradas en el 300 Carlos permite corroborar que fue llevada allí luego del
intento de fuga. Nilka Regio de Gutiérrez la escuchó mientras la torturaban y pudo
verla en un momento. La mantenían separada del resto de las detenidas, en un
régimen especial. Otra secuestrada, Cristina Marquet, asegura que en agosto de
1976 la maestra continuaba en el 300 Carlos.
Es posible que haya sido asesinada en octubre o noviembre de ese año y
enterrada en el Batallón de Infantería número 13 pero su cuerpo no ha sido
encontrado hasta el presente,
La madre de Elena Quinteros, María del Carmen Almeida, tuvo que exiliarse en
Venezuela luego de la desaparición de su hija. “Tota”, como se la conoció
popularmente, dedicó el resto de su vida a la denuncia del secuestro y a la
búsqueda del paradero de la hija.
La figura de Elena Quinteros ha dejado huella en la creación artística, en el
periodismo y la militancia en los derechos humanos, por su condición de maestra,
por la valentía y audacia de su intento de fuga y por la crueldad con la que los
secuestradores la castigaron luego de rescatarla de la Embajada. Algunos
ejemplos de ellos son la obra de teatro “Elena Quinteros, presente” que escribió y
dirigió Marianella Morena y protagonizó Gabriela Iribarren; el libro “Secuestro en la
Embajada” escrito por Sara Méndez y Raúl Olivera, compañeros de militancia de
Elena y la despedida que le dedicó en 1985 la murga Falta y Resto.
Fuente: Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria